El gato siames es uno de los felinos más hermosos y uno de los más populares entre las razas. Es conocido por su color exótico y sus hermosos ojos cielo.
Es uno de las primeras razas que se conocieron, data de los años 1.350 donde se encontraron diversos manuscritos Ayuthaya, la antigua capital Siam (Tailandia).
El gato siames se relaciona mucho con la realeza, se dice que solo la nobleza o los templos podían ser dueños de estos felinos. No se permitía que se exportara a menos que fuese un obsequio, uno de los primeros felinos que se regalaron fue a Gran Bretaña por parte del rey Chulalongkorn (Rama V), luego en 1890 llegaron de estos ejemplares a Estados Unidos. Los primeros siameses exportados eran muy distintos a los actuales, eran más robustos, una cabeza más redonda, pelaje rayado y extremidades más oscuras. Hay varias razas que se crearon con el cruce de estos felinos, como el Sagrado de Birmania, el Ragdoll, el Bombay, el thai, el tonkinés, el Balinés.
Los siameses igual que los demás gatos son bastantes independientes aun así son muy fieles a sus amos, muy sociables y curiosos es una de sus principales cualidades, es muy probables que estén revisando cada rincón de la casa.
El gato siames pesa entre 4 y 5 kg los machos y las hembras pesan entre 2,5 a 3 kg, es un gato muy estilizado, con unas patas largas y delgadas, su cola es larga y fina, sus orejas son grandes y sus ojos tienen una forma oriental y de un color azul.
Una de las ventajas de tener un gato siames es que su pelaje es muy corto, por lo que no necesita mucho cepillado, el siamés es limpio por naturaleza, son meticulosos con su higiene dedican varios minutos en lavar todo su cuerpo con la ayuda de su lengua. Otra de sus ventajas es muy territorial por lo que no abandonan su casa, debido a que su hogar es su mayor refugio en el que se siente protegido.
Si quieres un compañero inseparable un gato siamés es la mejor opción.
