Los gatos carey no son precisamente una raza, se le denomina a los gatos carey cuando siguen un patrón de color muy característico. Éstos felinos son de pelaje tricolor lo que resulta increíble pues es muy poco común, aunque podemos encontrar ésta característica en distintas razas de gatos sin ningún problema. Los gatos carey suelen ser, en su mayoría, de sexo femenino ya que necesitan tener el color naranja que está relacionado con el cromosoma X. Por lo que resulta casi imposible encontrar un macho con el pelaje tricolor.
Ésta característica tricolor en el pelaje se ha vuelto deseada últimamente ya que es sumamente difícil de encontrar. La distribución del color de los gatos carey es única y no se repite entre ellos, quiere decir que cada gato es original.
Algunas culturas, como la japonesa y la celta, tener un gato con pelaje tricolor supone buena suerte para nuestro hogar además de fortuna. Ésta creencia es tal, que anteriormente los marineros japoneses debían llevar con ellos un gato tricolor para que los protegiera de los espíritus malignos y las tormentas.
Muchas personas creen que los gatos carey poseen un carácter definido pero esto no es del todo cierto. El carácter de los carey, al no estar ligados a una raza específica, dependerá de la raza del felino en la cual se desarrolle dicho pelaje tricolor. Sin embargo, se podría decir que las gatas carey son de carácter fuerte y activo.
Genética
La genética de éstos felinos es extremadamente curiosa. Para que un gato posea la característica tricolor debe poseer dos cromosomas X, uno de ellos lleva en la información genética los colores negro y rojo por lo que el cromosoma X complementario es el que presenta el color naranja del pelaje. Es por eso que se escucha muy frecuentemente hablar de las gatas carey.
Para que un macho goce de ésta característica debe poseer un código genético XXY dónde cada cromosoma X lleve un color exigido. Éste código genético es una alteración no muy habitual por lo que trae consecuencias en los machos como esterilidad y sus años de vida suelen ser menores. La alteración genética se le conoce con el nombre de síndrome Klinefeltter.
Los gatos machos pueden adquirir un pelaje tricolor a lo largo del tiempo y es cuando una mancha naranja se torna de color negro. Es algo casi parecido a lo que sucede con las pecas en los humanos.
Leyenda de los carey
Existe una leyenda vinculada a las gatas carey y a su existencia entre nosotros.
Cuenta la leyenda que hace muchos años el sol sintió curiosidad por experimentar cómo es la vida en la tierra pero no podía abandonar su lugar por lo que le pidió a la luna que lo cubriera mientras él no estaba. La luna accedió y un día cubrió lentamente al sol volviéndolo todo oscuro mientras que el sol huía para probar por sí mismo lo que significaba vivir en la tierra. Para lograr su cometido, debía pasar desapercibido ante los demás y eligió tomar forma de un animal ágil y sigiloso por lo que escogió a una gata de color negro.
La luna, luego de tanta espera, se cansó de cubrir al sol y se retiró del cielo, lo que obligó al sol a regresar rápidamente del cuerpo de la gata para retomar su posición. Fue tan rápida la huida del astro rey que dejó una parte de él en la gata por lo que se cubrió con miles de pequeños toques dorados y anaranjados en su pelaje. A partir de ese momento, la descendencia nacida de aquella gata llevó consigo la marca del sol en su pelaje.