Los gatos siameses son la raza más conocida, tiene un pelaje muy fino, pelo corto y además muy amigable. Los gatos siameses se conocen dos los, el siamés oriental y el siamés tradicional.
El gato oriental tiene una cabeza triangular, las orejas con la base ancha, con el caño nasal largo y recto. Ojos azules y almendrados.
El gato tradicional es más parecido a un gato europeo, tiene una cabeza menos alargada, y su cuerpos es menos esbelto.
Los gatos siameses son muy afectuosos, muy activos y fieles, no necesitan cuidados específicos, su pelaje al ser corto no necesita un gran cuidado solo peinarlo de vez en cuando.
A los gatos siameses les gusta jugar, se les puede enseñar a traer la pelota o un palito, armarle una pequeña pelota de papel es un juguete ideal o un pequeño ratón, los tendrás entretenidos por un buen rato.
La salud de los gatos siameses es bastante buena, pero se ha detectado en esta raza algunas enfermedades como los ojos bizcos, este es un padecimiento hereditario no son graves pero no los deja ver bien, la atrofia progresiva de la retina es más peligrosa, ya que los gatos acaban ciegos, para esto se le hace un examen oftalmológico. Además se le han detectado enfermedades cardíacas como la estenosis aortica y sufrir de alergias. El siamés moderno lilac-point es propenso a desarrollar conjuntivitis, incluso el humo del cigarro les afecta.
La comunicación de los gatos siameses es muy llamativa, ya que hace distintos sonidos y maullidos para hacerse entender. Además su cuerpo con sus movimientos te dará a conocer lo que quiere y necesita.
El único cuidado que debemos tener con los gatos siameses es con respecto al frió, son muy delicados y no toleran mucho el frió, por lo que se les debe tener en un ambiente cálido.